" El vaso ha llegado a su punto más álgido
y las gotas comenzaron a descender
tras balancearse una y otra vez por el infinito borde de cristal.
Pero esta vez lo de dentro pudo más,
y ya solo quedan las huellas de aquellas efímeras que intentaron pasear
pero solo cayeron en el avismo.
Ya si que no queda nada más...
Ni volveré a creer en las hadas.
Ni volverá a ser mi hogar. "