Hestor Hernandez- La vieja Habana
se podía recoger los trocitos de alma
de aquellos que se la dejaron entre la música,
poseidos por el encanto de aquella noche de primavera.
Rincones y aceras barridas por los volantes de las faldas
que horas atrás se dejaron mostrar sin ningún tipo de pudor
al son de la música cubana.
Calles que empezaron a despertar con el brillo del sol,
acariciando con su cálida temperatura cada una de las casas
que habitaban por la plaza mayor,
testigos constante de la picardía latina.
Y en medio del eterno silencio
dominador de las tempranas horas,
allí me hayaba yo,
cruzada de brazos y con rostro añorador.
Felicidad en boca e impaciencia en pies por visitar al fin mi tierra añorada...
- Noelia -
Amaneció y las calles vacías aún olían a alcohol,
se podía recoger los trocitos de alma
de aquellos que se la dejaron entre la música,
poseidos por el encanto de aquella noche de primavera.
Rincones y aceras barridas por los volantes de las faldas
que horas atrás se dejaron mostrar sin ningún tipo de pudor
al son de la música cubana.
Calles que empezaron a despertar con el brillo del sol,
acariciando con su cálida temperatura cada una de las casas
que habitaban por la plaza mayor,
testigos constante de la picardía latina.
Y en medio del eterno silencio
dominador de las tempranas horas,
allí me hayaba yo,
cruzada de brazos y con rostro añorador.
Felicidad en boca e impaciencia en pies por visitar al fin mi tierra añorada...
- Noelia -
2 comentarios:
Buenas Noelia, pues te diré que yo tampoco he tenido la oportunidad de visitar La Habana, pero en cuanto pueda lo haré y ahora más por como lo describís en tu post ya me dan más ganas de ir.
Saludotes, abrazotes y besotes.
Sweet Dreams, de todo Corazón:
Arthur
Buenas Noelia, yo también quiero visitar La Habana, aunque sea una vez en mi vida, si llegás a ir allá, me contás cómo estuvo, puede ser?
Saludos, abrazos y besos.
Nice Day, con toda mi Alma:
Gusthav
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