Y ahora... ¿Qué?
Pasen y siéntanlo...
26 de mayo de 2011
Orobroy...
27 de marzo de 2011
Una vez más
25 de enero de 2011
Consumo
Que pase el tiempo.
Que corran las horas, no quiero que el instante se congele.
Que ya me quedo yo aquí, solucionando guerras de papel y aspirando el aroma de la vida...
- Noelia Hidalgo -
14 de enero de 2011
8 de noviembre de 2010
Sevilla

Hoy le toca a ella, porque sí.
Por ser patrona de tierras verdes,
de aires altivos y olores fuertes.
Por ser dueña de calles estrechas
que guardan secretos susurrados,
bien cerquita de ojos negros aceitunados.
Por ser la capitana de aguas rebeldes
que corren como bravos en una llanura sin fin,
regada por la frescura de la ciudad.
Hoy le toca a ella,
Arrogancia donde las haya,
Dominadora de luces y oros españoles.
Ama de llaves de la mayor hacienda,
Historia reflejada en balcones
Que agudizan el ingenio con aires frescos.
Blanca y pura como la que más,
Incienso por nombre y pasión por apellido.
Hoy le toca a ella,
Porque es Sevilla, y no hay nada más.
- Noelia Hidalgo -
PD: Es lo que ha salido después de mucho tiempo. Esperemos que los sevillanos estén contentos.
4 de noviembre de 2010
Worth

Caprichosa, egocéntrica, extremista, arrogante, exigente y costosa. Si añadiésemos los adjetivos inflexible y tajante quizá podríamos estar describiéndome, pero por el momento sólo hablamos de mi gran pasión. Hablamos, por supuesto, de la Haute Couture.
Para muchos el término les hará elevar la compostura y para otros encoger los hombros. Este post se centra para éstos últimos. Cuando hablamos de Haute Couture no nos referimos, en absoluto, a la moda, aunque por desgracia son dos términos bastante yuxtapuestos.
Podríamos decir que la moda es la forma de vida encabezada por la Haute Couture, escrita siempre con mayúsculas, por supuesto, sino el dolor de ojos podría ser irreversible. Cachemira, georgette, satín y seda son los discípulos a la orden de los miembros de la Chambre syndicale de la haute couture, materias en bruto deseosos de dejarse hacer para acabar convirtiéndose en el placer y el anhelo de las damas y no tan damas del país galo.
Pero claro, esto es solo conocimiento de elegidos, que nadie dijo que la elegancia y el gusto fuesen cosa de pobres ni que la frivolidad fuese cosa de tontos.
Así al menos se ven las cosas desde 50 metros cuadrados en la calle Serrano. Lo demás es cosa de perdedores.
2 de febrero de 2010
Lista de la compra
17 de diciembre de 2008

8 de septiembre de 2008
reflexiones grotescas
Pero lo más curioso de todo es que nos sentimos indignados al saber del arrebato de nuestras “posesiones”, aquellas que solamente necesitan un poco de cuidado diario, atención justa y agasajo quizá un poco excesivo. Por supuesto estoy hablando de las propias personas.
Sé que podría resultar grotesco o inadecuado coronar con estas palabras la relación humana, pero al haberme sorprendido cuando me he decidido a entrar en el blog después de cuatro meses, y haber tenido que realizar múltiples acciones excitantes y peligrosas que podrían poner en riesgo la simplicidad humana, creo que puedo permitirme el lujo de incorporarme al mencionado grupo de indignados.
Porque todos sabemos que la vida nos hace perder demasiado tiempo como para poder cuidar a todas las personas que tenemos a nuestro “cargo”, las cuales tienen las capacidades necesarias para poder cuidar de ellos mismos; por qué cuidar esas llamadas “amistades”, que solo ofrecieron cinco minutos, hablemos de hora y media como mucho, de momentos que se podrán recordar un millón de horas después; por qué ceder a dejarle perder el tiempo al corazón pensando en la felicidad de los que nos rodean, ya sea por trabajo, vivienda o pareja nueva. Por qué dejar que se inunde de gozo del otro, si el cerebro puedo realizar múltiples acciones mucho más importantes en el mismo tiempo; para qué entender que hay más de una cosa en la vida que permite llenar a los que deben importarnos, cuando tú no has sido capaz de vivir esas mismas cosas y que, por supuesto, no te incumben; por qué pensar en un momento en los detalles que pueden hacer sentir bien a los demás si no los tienen ya.
Seamos sinceros, por qué desperdiciar tanto tiempo cuando tanto se necesita para organizar nuestra propia vida, esa que es tan imprescindible para uno mismo y que está repleta de reuniones, conversaciones, momentos y situaciones en las cuales, curiosamente, siempre están llenas de personajes.
Grotesca o no, de lo que sí estoy segura es que me han timado. Y me han timado por la sencilla razón de que, aun estando enamorada hasta la médula, mi “ceguera” me permite darme cuenta de que pocas cosas en la historia han dejado de ser importantes o protocolarias para las personas, dejando de lado los elementos esenciales que componen nuestra vida y que, cuando llegamos a darnos cuenta, somos tan soeces y necios que nos creemos en el derecho de reclamarlos o desecharlos por inutilidad o defectos varios, refiriéndonos en todo momento a las personas.
Y detrás de todo esto, tras convencerme a mí misma de que no encontraré ningún apoyo a mi alrededor que muestre lo contrario, hago un gran esfuerzo y muestro mi sonrisa más burlesca para manifestar que, después de todo, también existe alguien que es capaz de conservar ese gran tesoro, capaz de sonrojarnos al demostrar que con la mayor de las humildades, no hay nada más bonito que, ante las complejas maldiciones que un personaje puede albergar, la existencia de un simple corazón expuesto a lo que le echen.
Por supuesto que me refiero a ti… te quiero