28 de marzo de 2006

Cuento de la rosa blanca


Hoy, en estos instantes y a partir de ahora,
Voy a tomarme el lujo de contarles un suceso
Que no pasará a la historia por su gloria,
Pero siempre permanecerá en mi corazón por su gran humanidad…

Esto era una vez una princesa que habitaba en una pequeña choza
Alejada de la ciudad, y situada en el corazón del bosque,
Donde el único murmullo que podía escucharse
Era el de los árboles desperezándose después de un frío invierno;
Una princesa que vestía simples y pobres vestiduras
Que ella convertía en lujosos trajes de gala
Con el reflejo de su hermoso rostro;
Una princesa que no era una princesa.

La linda muchacha de la que oís la historia,
Tenía por costumbre el no salir de su particular palacio,
Puesto que desde pequeñita
su mayor temor fue el de descubrir la crueldad del ser humano,
pero lo que la princesita no sabía
es que justamente allí, afuera,
encontraría algo muy valioso que permanecería siempre en su interior.

Un día, la joven tuvo que realizar
uno de sus fugaces encuentros con el bosque,
Ya que el verano se iba acercando y el rey sol hacía notar su presencia.
Así que sin pensárselo dos veces,
Salió de casa con tal rapidez, que a mitad de camino un pequeño obstáculo se interpuso delante de ella,
Haciéndose notar en su mejilla sonrojada.

¿Quién eres? ¿Por qué me has herido?
Pero nadie contestaba a la bella princesa.

¿Quién hay ahí?
Volvió a preguntar la joven con un tono angustioso que hizo confesar a su pequeña agresora.

Soy yo, la rosa que encuentras a tu derecha…
¿ Por qué vas tan deprisa?

La muchacha se sorprendió al ver aquella flor tan hermosa que mostraba sin ningún tapujo todos sus pétalos blancos.

La princesa del castillo le contó a la pequeña rosa lo sucedido
Y sus temores acerca del ser humano,
A la misma vez que notaba cómo la flor adoptaba una actitud de sorpresa.

¿Cómo puedes decir eso?
En la vida no sólo hay seres malvados,
También hay seres bondadosos, seres con corazón…
¿Por qué te crees sino que el mundo sigue funcionando?
La vida no es más que un regalo para aquel ser humano que sabe apreciarla,
Y quizá con tu temor no puedas llegar a disfrutar de ese regalo que se te ha brindado.

La muchacha replicó a la sorprendida rosa que ella no podía entender eso,
Pues nunca se había encontrado con seres humanos que viesen la vida como ella la describía.

Pero muchacha, no todo el mundo recibe este regalo por igual.
Para entenderlo, sólo tienes que perder ese miedo que te invade”

¿Y cómo lo hago?

Pues fácil es, ya verás.
Tan sólo debes abrir el corazón y cerrar tus ojos,
Sentir los susurros del aire que te traen las palabras
de aquellos que debes oír.
Y para que no te sientas preocupada,
Podrás llevarme contigo siempre,
Así podrás recordar lo que te he dicho cada vez que dudes de ti.

Desde entonces, tras siglos y siglos,
Siempre habrá una pequeña rosa blanca que guiará tus pasos
cuando más lo necesites
Hacia el gran regalo que postra el mundo en la punta de tus pies...
- Noelia -

2 comentarios:

Anónimo dijo...

aunque me ha costado entender la ultima frase, se comprende lo k kieres deci. es bonito lo k simboliza, mi pequeña gran rosa blanca :P

Anónimo dijo...

Joo que bonitoouu sabes te voya regalar una rosa blanca asi cuando te vayas me recordaras como en el cuento( jejejej presuno de ser bella como la rosa aunque tu tb por que serias la princesa :D, pero claro si somos medio sisters puesss no cabia menos que esperar). Bueno y ya de paso que te guie la rosa en buen camino para que vuelvas y me visites y te traigas a la petarda de vivi :P. Oisss con lo bonitas que son als rosaaasss