5 de abril de 2006

Un Piano.


Escuchando a lo lejos la melodía de ese piano
que tantos recuerdos me trae,
Puedo entender lo que no logré en años,
Algo tan simple
Como saber que estamos vivos,
Siento, y somos felices.

Ese piano en los que deslicé antaño
Mis finos dedos,
Acariciando cada tecla brillante y lisa,
Sintiendo el poder de arrancar dulcemente
Una música celestial a partir de ellos.

Un piano que fue testigo de mí,
Que recogió cada una de las cristalinas lágrimas
Que vertí sobre él
Y que, a faltas de otros brazos
Que acunaran mi cuerpo,
Brindó todo su amor ofreciéndome
La mejor de sus melodías.

Pero el tiempo pasa,
Y al igual que él, mis lágrimas se fueron secando
Y se fue curtiendo con ellas.
Mis sentimientos fueron creciendo
Y con ellos,
La felicidad se ha ido apoderando de mí.

Y es que ese piano formó parte de mi pasado...
y será lo único que permanezca en mi presente.
- Noelia -

2 comentarios:

Anónimo dijo...

vaya...q recuerdos, ese piano...y al gato q, q le den por culo? vamos, pobrecico con lo bonico q es, seguro q cuando hacia sus cositas(mearse y cagarse) t hacia una graciaaaa, y encima del piano, donde tu luego tocabas las teclas..buff, ya salieron las guarradas, si esk ni un minuto he tardado en decir alguna, no hay remedio...

Noelia dijo...

Al gato que le den Arthur! no hombre pobrecito. El gato siempre fue el complemento del piano... aaais que recuerdos!!
P.D: Guarrooo!!!!