" Faltaban algunos que llegaron a tocar profundamente mi corazón,
algunos que llegué a apreciar y a entregar todo mi ser
sin esperar nada a cambio, incluso algunos que ganaron
no solo mi confianza, sino todo mi amor... he llegado a quererlos.
Pero aún así, en aquella noche de finales de verano que jamás olvidaré,
el local se encontraba abarrotado de gente: amigos íntimos, compañeros,
conocidos, desconocidos, personas que acababa de conocer horas antes
y personas que conocía de antaño pero no de gran agrado.
Fue una noche compartida con la fresca brisa que acariciaba nuestra piel,
produciéndonos un escalofrío que parecía conocer todas las emociones
que se vivirían aquel mismo día. Se derramaron lágrimas,
lágrimas que rodaron por mis mejillas antes de partir a casa,
agradeciendo a todos los presentes la sensación de saber que si algo salía
realmente de sus interiores, era el gran deseo de suerte demostrado
con tal sinceridad, que aún hoy día sigo estremeciéndome al recordar
aquellas palabras que tanto apoyo supusieron para dar ese gran salto
en busca de mi nueva vida... "
- Noelia -
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