Y ahora ...¿Qué?

Al despertar notó cómo una extraña sensación i
nvadía su cuerpo por entero,
tus brazos, su vientre, sus piernas...
se incorporó en la cama y, como una pequeña hada,
depositó sus diminutos pies en suelo,
impulsándose para poder alcanzar la ventana lo antes posible.

El aire fresco acarició sus pómulos
ruborizados ante el tacto de su amante...
oteó el horizonte, hoy se exhibía más radiante que nunca,
vestido con los colores primaverales cedidos por el gran astro.

Y a lo lejos, tras los profundos árboles que cubrían su hogar,
vió aquél banco situado a orillas del lago.
Ese banco en el que imaginó pasar su vida entera,
compartiendo el eterno tiempo con su ocupante.

Pero hoy, ese banco causante de sus mejores sueños estaba deshabitado.
Nadie lo ocupaba.
Hoy no había ocupante alguno.
Sin embargo... el aroma de él se podía recoger por todos los alrededores,
los árboles susurraban su nombre,
y el calmado lago, dibujaba su rostro a la misma vez que me preguntaba...

Y ahora... ¿Qué?

- Noelia -