21 de febrero de 2007

Habana

Hestor Hernandez- La vieja Habana




Amaneció y las calles vacías aún olían a alcohol,

se podía recoger los trocitos de alma

de aquellos que se la dejaron entre la música,

poseidos por el encanto de aquella noche de primavera.



Rincones y aceras barridas por los volantes de las faldas

que horas atrás se dejaron mostrar sin ningún tipo de pudor

al son de la música cubana.



Calles que empezaron a despertar con el brillo del sol,

acariciando con su cálida temperatura cada una de las casas

que habitaban por la plaza mayor,

testigos constante de la picardía latina.



Y en medio del eterno silencio

dominador de las tempranas horas,

allí me hayaba yo,

cruzada de brazos y con rostro añorador.



Felicidad en boca e impaciencia en pies por visitar al fin mi tierra añorada...



- Noelia -

2 comentarios:

Arthur dijo...

Buenas Noelia, pues te diré que yo tampoco he tenido la oportunidad de visitar La Habana, pero en cuanto pueda lo haré y ahora más por como lo describís en tu post ya me dan más ganas de ir.

Saludotes, abrazotes y besotes.

Sweet Dreams, de todo Corazón:
Arthur

Gusthav dijo...

Buenas Noelia, yo también quiero visitar La Habana, aunque sea una vez en mi vida, si llegás a ir allá, me contás cómo estuvo, puede ser?

Saludos, abrazos y besos.

Nice Day, con toda mi Alma:
Gusthav